Varía con la presión que se aplica sobre ella. Se usa en básculas, depósitos de líquidos, brazos robóticos, para verificar la deformación del hormigón en las construcciones de edificios y puentes y, en general, en cualquier situación en la que haya que medir un esfuerzo o una deformación del material sobre el que se coloca la galga.
Esta variación es dependiente de la dirección de las fuerzas ejercidas. Un esfuerzo que deforma la galga producirá una variación en su resistencia eléctrica.