Aunque para conseguir efectuar una buena soldadura lo mejor es la experiencia, para comenzar podrían seguirse los siguientes pasos:
- Comprobar que el soldador ha adquirido la temperatura adecuada acercando el hilo de estaño a la punta: si aquél se funde con facilidad, el soldador está dispuesto para su utilización.
- Preparar los elementos o piezas que se quieran soldar.
- Pelar los cables.
- Limpiar las uniones a soldar (retirar el oxido en el caso de que lo tenga).
- Estañar las piezas que se van a unir:
- Aportar una pequeña cantidad de estaño a la punta del soldador.
- Acercar la punta del soldador a la zona de contacto, con el fin de caldearla; mantenerlo así durante unos segundos.
- Transcurrido ese tiempo, acercar el hilo de estaño a la zona de contacto del soldador con la pieza que se van a soldar, comprobando que el estaño se funde y se reparte uniformemente por la zona caldeada.
- Cuando se crea que es suficiente el estaño aportado, retirarlo, manteniendo el soldador unos segundos.
- Una vez estañadas ambas piezas, unir ambas piezas y aplicar calor.
- Transcurridos dos o tres segundos, retirar el soldador sin mover las piezas soldadas.
- Mantener las piezas inmovilizadas hasta que el estaño se haya enfriado y solidificado; nunca se soplará la soldadura, pues sólo se conseguiría un enfriamiento prematuro que daría como resultado una soldadura fría, mate y, en definitiva, defectuosa.
- Comprobar que la soldadura queda brillante, sin poros y cóncava. En caso de que cualquiera de estas condiciones no se cumplieran, limpiar de estaño las piezas y volver a comenzar el proceso.
En la siguiente figura se pueden ver diferentes tipos de soldadura para diversas piezas: a la izquierda se han dibujado varias soldaduras correctas y a la derecha, varias incorrectas.
Soldar un hilo conductor a un clavo
Soldar un hilo conductor a un clips
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